El término “almendra” proviene de la palabra en latín amyndala, que significa amígdala. La almendra es una fuente de energía que concentra grandes cantidades de los principales nutrientes: proteínas, grasas, hidratos de carbono y minerales. Es rica en vitaminas E y B, que la convierten en un fuerte y poderoso antioxidante para combatir los radicales libres.